22/10/12

Mercedes-Benz Citan, escondiendo el rombo



 Para aquellos que no lo sepan aun, la Mercedes-Benz Citan es la nueva furgoneta de la marca de la estrella para el segmento de los comerciales compactos. Es decir, la competencia directa de Citroën Berlingo, Fiat Dobló, Volkswagen Caddy y, cómo no, de la nº1 del segmento: la Renault Kangoo. De hecho, la Citan ha sido desarrollada junto a la nueva generación de la Kangoo- que llegará en breve al mercado-, fruto de la joint-venture entre Daimler y la Alianza Nissan-Renault. Citan y Kangoo comparten mucho ADN, fabricándonse en la misma planta.
Se trata de un excelente producto a precio más que razonable, sobre todo para aquellos autónomos y profesionales que no tienen más remedio que utilizar un mismo vehículo tanto para desplazamientos laborales como personales.
Pero hoy no vamos a poner en duda las enormes bondades de esta furgoneta. Que las tiene. Y muchas. De hecho, si Mercedes-Benz tenía que elegir algún socio para desarrollar una furgoneta compacta para el reparto urbano, no podía haber elegido mejor partner. Lo que sí vamos a criticar es la poca transparencia mostrada por los responsables de comunicación de la marca de la estrella venidos desde Stuttgart.

La comunicación de MB debe mejorar

Durante la presentación a la prensa realizada en Dinamarca no se mencionó ni una sola vez el nombre de Renault. No hacía falta que pusieran el logotipo del rombo en el power-point proyectado a los periodistas, pero sí debieron ser más sinceros y transparentes a la hora de responder a las preguntas. A saber:

"¿Cuál sería la diferencia de precio aproximada entre Kangoo y Citan? NS/NC". Podían haberlo dicho sin problemas y la Tierra seguiría rodando.

"¿Habrá versión eléctrica?" "No lo sabemos". No lo saben porque no depende de ellos, sino de Renault. Pero teniendo en cuenta que la actual generación Kangoo sí tiene variante Z.E., es más que probable que también la nueva disponga de motor eléctrico.

"¿Habrá transmisión automática?" "Depende". Efectivamente, depende también de Renault.

"¿Están previstas versiones que funcionen con GLP o GNV?" "No de momento." Mal hecho. En un mercado tan importante como el italiano son necesarias versiones con estos combustibles alternativos para conseguir buenas cifras de matriculaciones.

Y pese a que entre los compañeros de profesión había ganas de preguntar mucho más, dieron por finalizada la ronda de preguntas. Francamente inaceptable. Por suerte, los responsables de comunicación de la marca en España se mostraron más abiertos a revelar más detalles una vez finalizada la rueda de prensa. Bien por ellos, volviendo a demostrar su profesionalidad y buen hacer.

Consecuencias de un producto común

En cualquier caso, parece que esta estrategia de comunicación quiere esconder de alguna forma los inconvenientes de lanzar al mercado un mismo producto bajo dos marcas diferentes. Las ventajas de una joint-venture son básicamente económicas, un hecho nada despreciable en la actual coyuntura mundial. El problema viene cuando hay que diferenciar productos prácticamente iguales, como en el caso Citan/Kangoo. Desde la marca alemana insisten en los esfuerzos realizados para dotar a su nueva furgoneta de personalidad propia, intentando imprimir el sello que caracteriza a los vehículos comerciales de la estrella. En la práctica no es fácil encontrar diferencias. Aunque lo peor de todo es no poder ofrecer un desarrollo y posicionamiento de producto propio. No poder decidir de forma autónoma si montar un cambio automático o motores alimentados con combustibles alternativos.
En cualquier caso, instalar una nebulosa informativa en la rueda de prensa para esconder el rombo de Renault no fue la mejor de las estrategias.





 

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